lunes, 14 de marzo de 2011

Escenas en una parada de autobus

Ha acabado el partido de baloncesto, hoy no tengo prisa y me espero hasta el saludo de los jugadores a la aficion despues de haber ganado un partido con poca historia, un rival con bajas y escasez de presupuesto. La compañia de miles de espectadores va disminuyendo mientras salgo del pabellon, tras cruzar el primer semaforo ya solo son decenas, tras dos minutos andando me encuentro solo, es de noche, cerca de las 9 y dirigiendome a Canovas, zona de ocio nocturno en la ciudad de Valencia, me acuerdo de Bruce Springteen cantando "Streets of Philadelphia".

Debido a la situacion actual de fiesta continua y cortes de calles por las Fallas decidi dejar el coche en el garaje e ir andando desde casa al partido de baloncesto y despues volver a andar hacia el punto de reunion acordado para celebrar un cumpleaños.

Constantes sonidos de petardos como banda sonora, no me queda otra opcion que seguir andando cansinamente pues me sobra tiempo, hay vida en la calle a pesar de la amenaza de lluvia, algunas tiendas siguen abiertas, reuniones improvisadas en la acera y todos los bares llenos de gente viendo el partido del momento.

Me cruzo con infinidad de carpas y una comparsa mora. Llego mucho antes de la hora prevista y chispea por momentos, me cobijo en una parada de autobus con marquesina y me siento. No me aburri lo mas minimo, sin ninguna obligacion y totalmente relajado empece a observar la gente que esperaba el autobus, la que se iba, la que llegaba y descubri que era un buen sitio para descubrir historias, no solo lo es un taxi como en "Noche en la Tierra", creo que una parada de autobus es un buen decorado para una pelicula de mini historias, la noche y la debil lluvia lo convierte en perfecto.



Una mujer baja del autobus y pregunta por la calle Salamanca, que justamente tengo a mi espalda y justo enfrente de la recien llegada, la calle es larga. Llega justo a tiempo para un trabajo en una de las carpas, no sabe cual de todas y solo tiene un nombre de contacto, solo me queda desearle suerte, pues al menos conte cuatro carpas. Mas tarde llegan dos parejas por encima de los cincuenta años, tras una conversacion entre ellos que se convierte en publica, nos descubren a los presentes que son todos separados o divorciados, una de las mujeres sujeta un vaso de plastico lleno de algo parecido a Coca-Cola y empieza a elogiar a viva voz a un sobrino suyo que ha sacado una plaza de secretario en un ayuntamiento, que menudo sobrino, que perfeccion de chaval, un lujo de chico, estudioso, pulcro y metodico. La mujer insiste bajo los evidentes efectos del alcohol en que la semana que viene celebraria el exito de su sobrino. De los cuatro es la primera en coger el autobus, los otros tres se quedan criticandola a ella y su poca mesura con el alcohol, y a su sobrino que de repente ha dejado de ser tan perfecto, al angel se le han caido las alas y le han crecido un par de cuernos, la plaza la ha conseguido por algo relacionado con la electricidad, "trifasica" lo llaman algunos. Hay gente que debe tener un problema fisico o mental que no le permite susurrar lo que a los demas nos importa lo mas minimo.

Poco a poco han ido llegando los invitados a la cena y tras la presentaciones nos dirigimos al restaurante y dejo el decorado preparado para otras historias, espero que ganen los encuentros fortuitos a las partidas definitivas.

La cena resulto de lo mas agradable, encantado de poner cara a personas de las que habia oido hablar, algo que siempre sorprende, a partir de ahora pondre mas interes si cabe cuando sean nombradas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial tiri-tri!
Cada día eres un poco más ese maldito escritor al que tanto me recuerdas, pero que, como sé que no te gusta, no voy a molestarme en mencionar. Sirva cualquier otro que cuente historias de personas-normales-que-pasaban-por-aquí, y se pararon a observar.

Anónimo dijo...

Hola!!
Soy una de esas "caras" que pusiste a una persona de la que habías oido hablar.
y tu también eres esa "cara" de las que había oido hablar.. que placer "desanonimar" a la personas.

Aprovechandome de tu escenario, esa mesa también era una "parada de autobus", con una diferencia... todos subimos al mismo y bajamos en la misma. Un placer.
Azu.